Estamos acostumbrado a la vida de la ciudad, porque hoy en día, por poco que esté avanzado un núcleo urbano, su intención es imitar el ritmo y las formas de las grandes ciudades, y querer progresar para tener un mejor nivel de vida. No es malo en absoluto, y por otro lado totalmente comprensible, pero entonces, ¿dónde hemos dejado las zonas rurales, y el encanto de vivir en un lugar abierto al campo y a la naturaleza?
Como motor económico, hoy el campo es monopolizado por unos pocos, con zonas bien determinadas; y, de cualquier forma, su manera de vivir ya no tiene nada que ver con la de antaño (aunque tampoco hace tanto tiempo en que era diferente, no te vayas a creer). En nuestros tiempos, las zonas rurales se especializan en ciertos sectores, que están ocupados por empresas o familias de larga tradición, con las que es muy difícil competir; y lo peor de todo es que tampoco se encuentra a mucha gente que esté dispuesta a hacerlo, puesto que no es nada atractivo dedicarse al mundo rural, y ciertamente mucho menos remunerado que otras actividades.
Así que, casi sin darnos cuenta, hemos ido perdiendo esa parte de nuestro entorno que hasta hace muy poco era una parte importante de nuestra vida y nuestra historia. Pero todavía tiene arreglo, porque creo que lo que nos falta es desinformación. De acuerdo, no a todo el mundo le gusta el campo ni las actividades al aire libre, sean para ocio o con interés monetario; pero sí que nos gustan las novedades y conocer cosas nuevas, cosas que no imaginábamos o de las que nunca hemos oído hablar, ¿verdad?
Quizá saber cómo es la vida rural, qué sorpresas puedes encontrar en los lugares alejados de la vorágine tecnológica y desarrollada de las ciudades, y cómo es la forma de vida en los núcleos rurales atraiga a más de uno hacia lo desconocido. Puede que pienses que entre casa de piedras, cultivos, animales de granja y actividades artesanales no hay ninguna emoción, pero te sorprenderá saber cuántas cosas interesantes te has perdido hasta ahora, incluso que pueden mejorar tu vida actual aunque no lo creas. Sólo sigue este blog y lee algunos de sus posts, y quizá quieras hacer algún comentario sobre si todo lo que cuento aquí tiene algo de razón, o simplemente ando diciendo tonterías sin ninguna base real. Tú decides.